Canto primero: definición del hombre
Partícula moldeada…
y una forma de pensar
: el hombre.
Fracción de tiempo,
mínima fracción
: el hombre.
Cuatro costados de sombra
y una ventana de eternidad
: el hombre.
Microscópica conciencia bajo el lente del tiempo
: el hombre.
Eterna inercia de un soplo divino
: el hombre.
Hora marcada en una esfera sin números
: el hombre.
Horizonte al que convergen una vida y un designio
: el hombre.
Débil nota que absorbe
el solemne silencio de un concierto eterno
: el hombre.
De un día, fecha desprendida,
viajera en un camino de compases
: el hombre.
Entre dos mandatos divinos: «nacer» y «morir»,
una coma… una ínfima coma
: el hombre.
Un punto… en un punto de partida
: el hombre.
Receptor de trescientos sesenta y cinco golpes rítmicos,
multiplicables
: el hombre.
[…]
Vida y muerte en unidad que crece con raíz de tiempo
: el hombre.
Incógnita en conjugación.
Sur de la eternidad.
Ansiedad
: el hombre… ¡esto es el hombre!
…Y sin embargo
su figura se agiganta cuando piensa en Dios !!
Canto tercero: canto de fe
No es el oro fulgurante y moldeado
que Moisés le hiciera sombra con los diez rayos de luz.
No es la piedra cincelada
que desde el cráter de ira que en Mahoma abriera
ha rodado por las faldas de los siglos.
No es el trueno,
ni es el sol,
ni es la luna.
No es el barro incaico en escultura.
Ni los cien brazos alzados en altares
para rostros amarillos.
Ni es el yeso en el madero de un Cristo vaticano.
¿Materia?
Cinco sentidos terrenos buscando el infinito…
Cinco sentidos que retornan de allá de lo insondable.
De allá donde la forma muere.
¡Espejo sin distancia!
¡Oh cristal de mil aristas
que recibe el la luz del pensamiento interrogante…
y reflejas tan sólo al cerebro en conjeturas!
[…]
Sin forma, sin color, sin tamaño, sin aromas;
cuando a ratos no he temido ni a la muerte…
he encontrado a Dios en mi interior.
[…]
Esta noche transitoria y de misterio,
de insomnio en ofertorio,
apaga mi luz del pensamiento
y enciéndeme tu lámpara, Señor!
Henry Kronfle
guayaquileño; 1932-2010